CUIDAR EL DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL A PARTIR DE LA PANDEMIA

¿Sabías qué?

En la reciente conferencia virtual compartida por el CPEIP (Centro de perfeccionamiento, experimentación e investigaciones pedagógicas) el psicólogo Felipe Lecannelier ( 2020)  nos señala que una de las razones por la que nuestro país se ubica dentro de los peores a nivel mundial, en salud mental, es porque nuestra cultura en particular es internalizante ¿qué quiere decir esto? que desde temprana edad inhibimos las expresiones emocionales y todo aquello que implica liberar lo más puro del proceso afectivo.

Por ejemplo, es común escuchar expresiones normalizadas como «no llores», «por esas cosas no se llora» o también reacciones que enseñan a bloquear emociones como el miedo, aludiendo peyorativamente cuando alguien se muestra con timidez o susto o el rechazo a las rabietas en niños o niñas de corta edad. Otra idea respecto este tema, es entender que todo lo que se inhibe y que es tan propio a la naturaleza humana, de alguna forma y en algún momento, sale pero de mala manera. Lecannelier (2019) dice: «Si sientes una emoción negativa y no la puedes expresar —porque no se puede llorar, alegar, gritar, en algún momento estalla.

Un estilo afectivo internalizante es una bomba de tiempo. Empiezas a acumular y acumular y el estallido es tan intenso, que resulta completamente desbordado». Por eso, es tan necesario potenciar el aprendizaje socio emocional y re construir un estilo afectivo, en este sentido.

Hoy, en pandemia, bajo esta cultura en la que hemos crecido, se hace aún más patente la manifestación de nuestras inhibiciones. Como personas adultas que estamos a cargo de nuestros hijos e hijas, debemos procurar nuestra propia salud mental, de modo de prevenir explosiones emocionales que puedan dañarnos y dañar a otros/as sin intención de hacerlo, pero sobretodo, porque si cuidamos nuestra salud mental asociada a una libre expresión de emociones como el miedo y tristeza, estamos cuidando al mismo tiempo, nuestro sistema inmunológico y haciendo que nuestro organismo secrete menos cortisol, por ende, mayor regulación de nuestro sistema de enfrentamiento  y reduciendo los índices de azúcar que se producen por un exceso de esta hormona cuando estamos con alto estrés.

Nuestras hijas e hijos observan y aprenden a decodificar un modo de enfrentamiento de las dificultades en relación a la vivencia socio emocional. Es fundamental, tener en cuenta que aunque no queramos, nos observan y aprenden de nosotros cómo respondemos, lo que decimos sobre alguien, cómo mostramos las emociones displacenteras como el enojo o la pena; por ello debemos conectarnos con nosotros mismos/as de modo de tomar consciencia de lo que nos pasa; este es el primer paso para reconocer que nos podemos sentir vulnerables y por ende, estar respondiendo emocionalmente con sobrecarga.

Sugerimos para el confinamiento en el hogar:

FLEXIBILIZA: Las reglas habituales como horas de acostarse, levantarse, de comer, etc, pueden variar y a veces no es necesario que se cumplan tal cual, en este proceso es natural que flexibilicemos los horarios.

EXPECTATIVAS: Regula tus expectativas, piensa en todas las dificultades propias de la pandemia, producto de ello muchas ideas y deseos cambian, debemos auto regularnos, todos los seres humanos tenemos la capacidad de reponernos, adaptarnos y reprogramar nuestras ideas, deseos y planes.

NORMAS: En familia se pueden construir nuevas normas que respondan a las nuevas necesidades del grupo familiar.

ESTRÉS: En familia y en conjunto reduzcan aquellos aspectos del funcionamiento en el hogar que los estresan, deben definir que dejará de ser importante y cuáles aspectos de funcionamiento son necesarios de crear.

Algunas ideas concretas para el trabajo personal de conexión emocional y autoayuda son:

1. Dedica un tiempo diario para decantar el día a solas; procura escuchar música de tu agrado o hacer algún ejercicio físico que te acomode en tu casa.

2. Evita mantenerte en temáticas negativas; recuerda que aunque no opines, escuchar contenidos con alta carga de negatividad, predispone tu organismo a una desregulación y por ende, afecta tu salud.

3. Si tienes redes sociales (facebook, twitter o hasta en whatsapp) prioriza lectura de información que te aporte a la salud mental y te alivie leerla.

4. Ocupa el humor y participa de él; es un recurso altamente efectivo y la risa contribuye a la secreción de endorfinas y ello se relaciona a un mejor estado de ánimo y aumento de energía.

5. Intenciona el uso de  expresiones propositivas por sobre negativas. Por ejemplo, cambia «trataré de hacerlo» por «me propongo hacerlo«; o también, «nada está bueno» por «este detalle me gustó«. Tu cerebro construye realidades.

6. Juega con tu familia; las personas adultas también reaccionamos positivamente a la recreación

7. Ocupa redes de apoyo asociados a emociones placenteras (amigos de infancia, familiares con más apego) de manera de poder reportar cómo nos sentimos.

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