En las celebraciones organizadas para esta semana, hoy nos corresponde recordar la “Sagrada Familia de Nazaret” conformada por Jesús, María y José, invitándonos a imitar las virtudes que vivían, tales como son la sencillez, la bondad, la humildad, la caridad y la misericordia.
Vivieron una vida normal, la vida de cualquier familia del pueblo, Jesús sabe mucho de lo que es vivir en la inestabilidad, de Nazaret a Belén.
La Sagrada Familia es el modelo donde las familias cristianas pueden encontrar la luz para vivir de acuerdo con la vocación que han recibido. La familia cristiana es una comunidad de fe, esperanza y amor; una comunidad donde se comparte, se ama, se trabaja, se crea esperanza, se vive y se transmite la fe.
En la familia se dan las primeras enseñanzas y bases de la formación integral. Se aprenden actitudes y valores como cimientos para la vida personal y social. Educar es formar, enseñar a vivir y a convivir. La educación familiar se da a través del ejemplo, más que con las palabras.
Este es el altar para este mes “Familia: Iglesia doméstica, hoy”
El altar familiar es una estrategia efectiva para integrar la familia, unirles y crear un entorno de diálogo con todos los miembros. Es un tiempo donde se puede identificar fácilmente situaciones que estén desestabilizando el hogar. Las familias se reúnen alrededor de Dios para compartir su Palabra y rezar.
Reunirse en torno al altar familiar debe ser en un momento en donde todos o la mayoría de los integrantes de la familia puedan participar (sugerimos sea compartido en la tarde – noche, por la disponibilidad de tiempo), ideal es hacerlo diariamente, si no es posible, entonces fija un día en la semana, esto dependerá de los compromisos que cada integrante de la familia tenga.
Te invitamos a crear tu altar, ubica un lugar especial en tu casa en dónde todos los integrantes puedan verlo de manera de recordar que tendrán un momento de oración en común.